La planta baja es un espacio abierto a todas las personas que tienen algún vínculo con el Viver de Bell-lloc, un espacio de encuentro en el que, aquellos que viven y los que no, comparten ocio, comidas y experiencias de todo tipo.
La primera y la segunda planta están destinadas a la vida privada, con atención integral por parte de profesionales que trabajan para desarrollar las capacidades de autonomía personal así como mejorar, en la medida de lo posible, su calidad de vida.