Siempre hemos representado los huevos de color amarillo y blanco, pero desde hace un tiempo, el color naranja ha entrado en el mundo de los huevos, considerándose un indicador de la calidad de estos.
Este es un gran mito sobre los huevos. El color más intenso no significa que sea de más calidad. El color se relaciona con la alimentación. Cuando una yema es más naranja, significa que come más maíz y cuando una yema es más amarillento, significa que come más trigo y avena. Sin embargo, en la gran industria, se añaden colorantes a la alimentación de las gallinas para conseguir yemas de color más intenso ya que esto los hace más comerciales.
La alimentación ecológica de las gallinas extrañamente aportará un color naranja en la yema. La calidad de un buen huevo, fresco y natural, se mide por su untuosidad, sabor intenso y compactación de la clara alrededor de la yema.
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